lunes, 6 de julio de 2009

Ambulantes vecinos


La urbanización Monserrate y especialmente las zonas ubicadas frente a la UPAO (Universidad Privada Antenor Orrego), hace ya varios años, ha sido punto de encuentro para los ambulantes, quienes han hecho las esquinas de su propiedad y las veredas (afuera de UPAO), su centro de negocio.

Los alumnos cuando necesitan una hoja para su examen se ahorran el trabajo de ir hasta la librería para comprarla gracias a estas personas que en sus mini puestos móviles, operan independientemente y según la clientela que tengan.

¿Es beneficioso y conveniente entonces la presencia permanente de los ambulantes?
“Depende. Nosotros (los alumnos), cuando necesitamos algo pequeño lo obtenemos con ellos, ahora ya ni cruzamos la pista para ir hasta los locutorios, ellos mismos también son locutorios, tienen golosinas, tienen hojas para exámenes, sólo falta que vendan menú” comenta Tatiana Bejarano Rodríguez (25), alumna de UPAO que vive en el edificio -bloque C, frente a la universidad.

Frente a la UPAO, se vende comida, se hacen trabajos, se sacan copias, hay servicio de internet, se ofrece diversión (pubs y billas), se venden cositas para mujeres, hay farmacia y existen ambulantes ¿por qué no? Ya nos acostumbramos, a estas tantas facilidades y desorden que nos ofrecen la mayoría de los puestos, de cualquier forma se han convertido en indispensables para los alumnos y los alumnos el único sustento para estos señores y señoras ambulantes.

“Creo que sería muy beneficioso que todos se junten alquilen un local por aquí cerca y allí puedan vender sus productos pero claro que ya no estaría al alcance de uno y no sería lo mismo, es más sería raro que de un día al otro ya no estén, creo que los alumnos seríamos capaces de reclamarlos” afirma Tatiana Bejarano.

Luisa Castillo Roma (49) asegura “Ya nos hemos acostumbrado, la zona se ha vuelto súper comercial por los alumnos y sus necesidades, todos tenemos negocios por aquí, sí incomoda un poquito porque no hay orden y se fomenta la suciedad pero, ya es lo de siempre, total los señores trabajan y es mejor a que roben”

Y es que las zonas frente a la UPAO ahora son públicas y de “comercio” para todos, alumnos que necesitan de ambulantes para complacerles sus necesidades y estos últimos que necesitan de nosotros para llevar un poco de dinero diario a sus hogares.

martes, 30 de junio de 2009

Lucho Santillán: “El aplauso del público me da vida en el escenario”



Lucho Santillán es un cantante profesional, intérprete en el género romántico de las baladas. Desde los años 80, se incluyó a la vida de la música en la televisión, haciendo sus presentaciones y llegando a la etapa final en los concursos que realizaba el programa Trampolín de la Fama, el cual tenía como objetivo destacar los talentos peruanos y, de cualquier forma, difundirlos.

El talento, dice, es suyo, es una suerte de la vida, agradecido porque fue tocado por la divina providencia, aún así el profesionalismo de un artista, como Santillán, lo condujo al deseo de aprender mucho más y mejorar su técnica, tomando clases particulares de canto, dictada por grandes artistas como: Fernando Pinillos y Jaime Acedo, quienes fueron los que de una u otra manera pulieron su talento.

Sin embargo, el aprendizaje máximo que adquirió provino de la experiencia en los escenarios, bajo las luces y frente a muchos rostros impacientes que esperaban por escucharlo. Tuvo la oportunidad de alternar con artistas reconocidos de la capital, los que ahora son sus amigos, como por ejemplo: Bartola, Homero, César Altamirano, el mismo Gian Marco, pero cuando nadie lo conocía, Ricardo Montaner, Eva Ayllón, Pepe Vásquez, Lucía de la Cruz, entre otros.

“Ser artista es lograr el reconocimiento de la gente, se te abren muchas puertas, tanto de la gente que está arriba como de la que está abajo; un artista siempre debe ser abierto para con todos, así como me ves en el escenario, así soy yo, auténtico, sencillo y natural, digamos que nunca me lo he creído”, afirma Lucho Santillán.

Pero, lamentablemente, no todo es color de rosa, siempre hay un factor que debe perjudicar a quien tenga un talento o habilidad y especialmente en nuestro país; la falta de apoyo por parte de las autoridades y las empresas privadas sigue siendo decisiva en la trayectoria de un artista y determinante en lo que puedan llegar a ser.

Los lugares en donde se presenta, actualmente, Lucho Santillán son: Luna Rota, el restaurant campestre El Chacra, el Estribo, así como en diversas instituciones bajo previo contrato. Las épocas más recargadas y de mayor movimiento artístico de un intérprete de baladas son en días festivos de la madre, del padre, para el día de San Valentín y las fiestas para fin de año.

La vida de un artista, como de cualquier persona tiene sus altibajos, sus esfuerzos y sus recompensas. Lucho necesita cuidar su voz para estar en buenas condiciones, ya que es su herramienta de trabajo; vive una vida responsable dentro de los caprichos permitidos.
Los triunfos obtenidos se los dedica principalmente a su familia, no a su esposa e hijos porque no los tiene, pero sí a sus padres y hermana; luego de ellos están sus verdaderos amigos, recalcando que la experiencia ayuda a saber reconocerlos.

La meta última que tiene es la culminación de su disco, en el cual incluye algunas canciones inéditas; emocionado por esta realización, espera que la producción se difunda convenientemente en los medios de comunicación y sobretodo pegue y guste a la población.

“La experiencia más gratificante que siempre me ha ocurrido es el aplauso del público, es lo que da vida en el escenario, sino fuera por eso difícilmente seguiría aquí, se siente una cosa muy linda aquí adentro, es una bendición de Dios”, comenta Lucho Santillán.


domingo, 17 de mayo de 2009

Patrimonio de todos, responsabilidad de uno


La Casa de la Emancipación, fue construida en el año 1534, en ese entonces, en la Villa de Trujillo, Perú, ubicada a 100 metros de la Plaza de Armas. En 1640, don Juan Martínez de Escobar mandó construirla en ese solar, ya que probablemente el inmueble original había sido construido por el terremoto de 1619.

En el año 1645, la viuda de don Juan vendió la casa a don Roque de Zubiate. En el siglo XVII, perteneció a don Francisco de Larrea y Guinea, y a su muerte, pasó a ser propiedad del Convento San Agustín. En 1790, fue adquirida por don Tuburcio de Urquiaga y Aguirre, cuyos descendientes la vendieron a la casa Wiese en 1944 y ésta a su vez, al Banco Nor en 1964.
Finalmente, este banco fue adquirido por el Banco Continental en 1975 hasta la actualidad.
La estructura de la casa sigue los patrones virreinales, modificado luego al estilo neoclásico republicano que luce en la actualidad. El terremoto del año 1970 destruyó parcialmente el inmueble. Ante esto, el Banco Continental hizo una delicada restauración para devolverle su valor histórico monumental y sobre la parte que quedó totalmente destruida, el BBVA construyó las oficinas para el funcionamiento del Banco.

La Casa de la Emancipación recibe diariamente a cientos de visitantes de la localidad como a turistas nacionales y extranjeros. Acuden para disfrutar de sus ambientes así como para conocer la historia del patrimonio en años atrás. Y también, para participar en las actividades artísticas, literarias y científicas que en ella se desarrollan permanentemente como son: ceremonias cívicas, conferencias, recitales de música y poesía, danzas, presentaciones de libros, exposiciones plásticas, etc.

La Casa de la Emancipación está puesta exclusivamente al servicio del turismo y a cualquier tipo de actividades culturales.
“Aquí la gente puede hacer todo lo que quiera, si quiere cantar, canta, bailar, tocar algo; está dispuesto totalmente para la sociedad, la idea es que la hagan parte de cada uno y usen este espacio para abrirse a una cultural libre y personal exhibiéndola hacia todos”, comenta Carlos Chávez Saldaña, director de Relaciones Públicas y Asesoría de Cultura, encargado de la Casa de la Emancipación.

Pero todo no es tan perfecto como se supone, el financiamiento para el mantenimiento constante del patrimonio corre totalmente por cuenta del Banco Continental, nunca ha recibido nada por parte del Estado.
“El Banco asume plena responsabilidad de su manutención y nosotros no exigimos dinero del Estado, si desea apoyarnos, lo puede hacer y estaremos agradecidos, pero nunca lo ha hecho. Felizmente este patrimonio cuenta con un sustento y lo digo porque sé que no todos los centros históricos tienen la suerte de tener uno”, asegura Chávez Saldaña.

“Creo que sin el apoyo constante del Banco, este patrimonio hubiera expirado hace rato. La remodelación y mantenimiento es constante, la vigilancia y pagos de los servicios usados, entre otros. Todos usan este espacio de cultura, esperemos que no sólo sea uno el que lo cuide”, agrega Christian Oliva Capuñay, Promotor Cultural.

Aún así, las visitas y los espectáculos diarios nunca paran de llegar. Existen muy buenos comentarios por parte de los turistas acerca de la infraestructura del patrimonio cultural (sus salones, sus pisos coloniales y republicanos, sus ventanales) así como de las actividades ofrecidas al público de manera totalmente gratuita.

“Todo está muy bonito, tomando en cuenta sobretodo que se trata de una reconstrucción de la historia de Trujillo. Se aprecia el cuidado que se toma la sociedad para mantener esta fortuna de pie. Está bonito, para qué”, opina la turista Luisa Martínez Escobar.


Resulta ser así entonces, como la Casa de la Emancipación se apoya y financia para seguir abriendo sus puertas a más turistas para que conozcan una de las casonas más importantes de Trujillo.